En esta era donde la Inteligencia Artificial (IA) está evolucionando a un ritmo vertiginoso, las opiniones de expertos como Mariano Sigman, neurocientífico y divulgador, son cruciales para entender su impacto en nuestra sociedad. En su reciente entrevista con «Mujer Hoy», Sigman comparte sus reflexiones sobre el futuro de la IA, su intersección con la neurociencia, y cómo podemos abordar los retos éticos y sociales que presenta.
¿Quién es Mariano Sigman?
Mariano Sigman es una figura prominente neurocientífico, conocido por su capacidad única de conectar estos dos campos aparentemente distintos. Este destacado científico, cuya formación inicial fue en física en la Universidad de Buenos Aires, ha trazado un camino impresionante en el estudio del cerebro humano, fusionando su sólida base en el pensamiento científico y analítico con una profunda inmersión en las complejidades de la neurociencia. Sigman se ha convertido en un referente internacional en la neurociencia de las decisiones, en la neurociencia educativa y en la neurociencia aplicada a la comunicación humana. Su trabajo ha tenido un impacto significativo en cómo entendemos la mente humana y su interacción con el mundo que nos rodea.
Con una carrera que abarca tanto la investigación académica como la divulgación pública, Sigman se ha establecido como un puente entre el complejo mundo del cerebro humano y los avances en tecnología de IA. Además de su trabajo de investigación, Sigman es un apasionado divulgador de la ciencia y ha escrito varios libros, entre los que destacan «El poder de las palabras» y «Artificial: La nueva inteligencia y el contorno de lo humano«.
En su enfoque holístico, Sigman no solo se centra en los aspectos técnicos y científicos de la IA, sino también en sus implicaciones éticas y sociales. En su perspectiva sobre la inteligencia artificial abarca cuestiones filosóficas sobre la consciencia, la identidad y el futuro de la humanidad en un mundo cada vez más tecnológico.
A lo largo de su carrera, Sigman ha sido reconocido con varios premios y distinciones. Fue galardonado con el Human Frontiers Career Development Award, el National Prize of Physics, y el Young Investigator Prize del Collège de France, entre otros. Además, es un erudito del James S. McDonnell Foundation, una organización que apoya la investigación en campos como la neurociencia y la psicología
La preocupación de la IA
Sigman compara la actual preocupación por la IA con la llegada de las máquinas de coser, que en su momento también generaron miedo y resistencia. Este paralelismo histórico nos recuerda que, aunque la IA plantea desafíos únicos, no es la primera tecnología en provocar inquietud social.
Sigman menciona a ChatGPT como un ejemplo de una herramienta de IA «inofensiva», destacando su naturaleza accesible y su capacidad para interactuar en lenguaje coloquial. Sin embargo, señala que hay aspectos más preocupantes de la IA que tienen un impacto significativo en nuestras vidas diarias y que a menudo pasan desapercibidos. Específicamente, se refiere a los algoritmos que influyen en nuestras decisiones de consumo, nuestras interacciones sociales y la percepción que tienen los jóvenes de sí mismos. Estos algoritmos pueden ser mucho más invasivos y tener un impacto más profundo en nuestra psicología y comportamiento.
El Impacto de la IA en los diferentes sectores
La IA en el Contexto de la Educación
Como experto en neurociencia de las decisiones y su intersección con la educación, Sigman destaca la importancia de entender cómo la IA puede influir en estos campos. La interacción entre la IA y la toma de decisiones humanas es un área de gran interés, especialmente en un mundo donde la tecnología juega un papel cada vez más significativo en nuestra vida diaria.
La IA en la Salud
Sigman destaca el potencial de la IA en el campo de la salud, especialmente en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades. La capacidad de la IA para procesar grandes cantidades de datos puede llevar a descubrimientos médicos más rápidos y tratamientos personalizados, mejorando significativamente la atención al paciente.
La IA y el Trabajo: Evolución en lugar de Sustitución
En cuanto al impacto de la IA en el empleo, Sigman sugiere un enfoque de evolución en lugar de sustitución. La IA puede ser una herramienta para mejorar la eficiencia y la creatividad en el trabajo, en lugar de ser vista como una amenaza para los trabajadores.
¿Puede la IA alcanzar la consciencia?
Sigman compara la consciencia en máquinas con la consciencia en animales y plantas, e incluso en otros seres humanos, destacando la naturaleza enigmática e inaccesible de la consciencia. Su perspectiva desafía la visión dualista cartesiana que separa la consciencia de la materia, sugiriendo que lo que consideramos consciencia podría, en teoría, replicarse o manifestarse en formas no orgánicas.
Sigman también toca un punto crucial sobre la diferencia entre ser consciente y parecer consciente. Plantea la posibilidad de que, en el futuro, podamos crear programas de IA que no solo actúen de manera independiente y reflexiva, sino que también puedan generar la ilusión de tener consciencia. Este punto es especialmente interesante porque nos lleva a cuestionar qué es realmente la consciencia y cómo la reconocemos.
«La IA es una especie de espejo, una manera de entendernos a nosotros mismos. Existe una idea errónea de que la IA es algo casi alienígena, pero lo hemos creado nosotros y lo consumimos nosotros. Sus sesgos, por ejemplo, los han aprendido de nosotros. Me parece más interesante decir: para cambiar esos sesgos, somos nosotros los que tenemos que cambiar» explica Mariano Sigman en su entrevista con ‘Mujer Hoy’.
La idea de que la IA podría llegar a «pensar sobre sí misma» y desarrollar un sentido de auto-preservación es un tema recurrente en la ciencia ficción, pero Sigman lo presenta como una posibilidad teórica real. Esto invita a una reflexión más profunda sobre la naturaleza de la inteligencia, la consciencia, y las fronteras entre lo biológico y lo tecnológico.
Frente a los temores apocalípticos que a menudo acompañan al avance de la IA, Sigman enfatiza la importancia de adoptar un enfoque equilibrado. Sugiere evitar el pánico y en su lugar, abordar la tecnología de manera razonable y comedido, reconociendo tanto sus riesgos como sus potenciales beneficios.
Regulación de la IA: navegando entre la innovación y la ética
Sigman aboga por un marco regulatorio y ético sólido en torno a la IA pero expone su preocupación en la regulación de la IA en países como Corea o Afganistán. Este marco debería equilibrar la innovación con la protección de los valores humanos fundamentales, garantizando que la IA se desarrolle de manera responsable y beneficie a la sociedad en su conjunto.
«Carissa Véliz, experta en ética de la IA, opina que poner en circulación este tipo de tecnología sin regulación es como comercializar medicamentos sin pasar por un ensayo clínico.» Se explica en la entrevista de ‘Mujer Hoy’
El neurocientífico subraya la importancia de la educación en esta nueva era tecnológica. No solo es vital enseñar sobre la IA y sus aplicaciones, sino también fomentar un pensamiento crítico y ético en las nuevas generaciones, preparándolas para un mundo cada vez más integrado con la tecnología.
» Imagina esta situación: estás en un bar, te pones a hablar con una persona, la conversación es apasionante, tenéis la misma sensibilidad, todo fluye. Es un momento mágico. Cuando te estás despidiendo, te dice: «Soy un robot». De nuevo, la pregunta que se plantea no es sobre él, sino sobre ti. ¿Ha dejado de tener sentido todo lo que acabas de vivir? En el pasado, esto nos ocurría con personas de otras religiones y puede que en el futuro deje de ser importante. El otro día conté esta anécdota en una conferencia y alguien del público dijo: «¡Nadie es perfecto!». Y me pareció muy bonito. La aceptación de lo extraño. Puede ser que en algo que nos parece tan de principios, en realidad nos estemos equivocando.» sentencia Mariano Sigman en su entrevista con ‘Mujer Hoy’.
En sus reflexiones finales, Sigman manifiesta un optimismo cauteloso sobre el futuro de la IA. Ve la tecnología como una herramienta poderosa para el progreso humano, capaz de mejorar nuestra calidad de vida y resolver problemas complejos. Sin embargo, insiste en la importancia de abordarla con cuidado, considerando siempre las implicaciones éticas y sociales.
Finalmente, Sigman hace un llamado a la participación activa y la conciencia social en la era de la IA. Anima a las personas a involucrarse en el debate sobre la IA, entender sus aplicaciones y contribuir a su desarrollo de manera que refleje nuestros valores y aspiraciones como sociedad.